Es igual de importante elegir correctamente una almohada como un colchón, ya que el conjunto de estos dos garantizará un descanso reparador.
Quizás te interese conocer qué almohada es mejor para ti según tu postura al dormir:
Una vez hayas dado con la almohada que se adecua a tus necesidades, seguramente te preguntes, ¿cada cuánto hay que cambiar la almohada? Aunque no existe una fecha estándar para cambiar la almohada, los especialistas recomiendan que se haga cada dos años, ya que pasado este tiempo las características y propiedades de la almohada se pierden y deja de cumplir su función al 100%.
La organización estadounidense National Sleep Foundation recomienda cambiar la almohada cada dos o tres años, pero es aconsejable fijarse si hay indicios de desgaste antes de esta fecha para no alargar su uso.
Las almohadas a diferencia de los colchones duran menos, esto es debido a que la almohada está más descubierta que el colchón por lo tanto sufre más. Cuando dormimos, el cuello y la cara están al descubierto por lo que la almohada tiene un contacto directo con nuestro cuerpo, lo que provoca el desgaste acelerado de esta.
Aunque lo recomendable es cambiar la almohada pasados los 2 años, tenemos que tener en cuenta que también debemos de cambiarla si:
Los principales objetivos de la almohada es alinear nuestra columna vertebral al dormir y proporcionar un descanso higiénico.
Si alguno de estos objetivos se dejan de cumplir es porque ha llegado el momento de cambiar tu almohada.
Como hemos mencionado anteriormente hay que cambiar la almohada cada dos años, pero podemos alargar su vida útil haciendo un mantenimiento correcto de ella.
Usa funda de almohada, es muy importante para mantener las propiedades de la almohada lo máximo posible. Te recomendamos la Funda de Almohada Tencel que es termorreguladora a la par que impermeable, crea un ambiente óptimo para un descanso más higiénico y alarga las propiedades de la almohada.
Limpia la almohada con una aspiradora de mano para alejar las pieles muertas y el polvo de ella, así evitarás que se creen ácaros que favorecen al desgaste y que son perjudiciales para nuestra piel.
No uses productos de limpieza que puedan dañar el tejido o el núcleo de la almohada, puedes leer en este artículo cómo lavar una almohada correctamente.
Procura no tener líquidos cerca de tu almohada, así evitarás un posible derrame que puede terminar estropeando el núcleo de la almohada.
¿Sabías que hay que cambiar la almohada cada dos años? ¡Pregúntanos si tienes cualquier duda!
