El uso temprano de la almohada puede ser peligroso para los más pequeños. Está totalmente desaconsejado en recién nacidos y lactantes, así lo recomienda la Asociación Americana de Pediatría.
Los bebés son físicamente diferentes a los adultos, las proporciones del cuerpo de los pequeños no tiene que ver con las nuestras. Los bebés tienen la cabeza mucho más grande en proporción a sus cuerpos, por eso no necesitan una almohada para dormir, descansan mucho mejor sobre una superficie plana.
Tenemos que tener en cuenta que el cuello de los bebés es muy corto, por lo que si les pusiéramos una almohada, su cabeza quedaría inclinada hacia adelante. Las consecuencias son una compresión de las vías respiratorias y una mala postura, que puede derivar en problemas de desarrollo.
Cuando tu pequeño se constipa, al dormir, a menudo la nariz y la garganta se llenan de moco y hace que se despierten mucho más a menudo por la noche con síntomas de asfixia. En este caso los pediatras recomiendan que los bebés duerman ligeramente inclinados para facilitar la apertura de las vías respiratorias, para ello son ideales las cuñas elevadoras.
Estas cuñas elevadoras también se utilizan para evitar el reflujo infantil, una buena postura puede ayudarles a hacer mejor la digestión, disminuir los reflujos y mejorar los cólicos.
Los cojines antivuelco tienen forma de cilindro, se colocan a ambos lados del bebé para evitar que se dé la vuelta de forma inesperada. Durante los primeros meses de vida, los bebés deben dormir boca arriba o de lado, pero nunca boca abajo. Con esta sencilla medida evitaremos que nuestro bebé se dé la vuelta..
A partir de los dos años de edad, los niños pueden empezar a utilizar almohada para dormir. La proporción de la cabeza y el tronco ha cambiado y el niño se siente cómodo usando una almohada, eso sí, es importante que sea mullida y de poca altura para que pueda respirar cómodamente.
La Almohada Visco-kids es ideal a partir de los dos años, tiene un núcleo viscoelástico perforado y cuenta con una altura perfecta para dormir en cualquier postura. Además, contiene una funda lavable con tejido de máxima suavidad y transpiración que repele los líquidos, por lo que el núcleo de la almohada estará siempre protegido de saliva o sudor, y tu pequeño disfrutará de un descanso mucho más higiénico y saludable.
Si tienes cualquier duda sobre cuándo debes poner una almohada a tu bebé, déjanos un comentario.
